Aura y Michelle se dieron la vuelta y vieron
despertarse a Naryam. Estas dos se alegraron de que se despertarse, sin embargo
Naryam miró a su alrededor y se sintió algo confusa.
-¿Qué pasó?- preguntó Naryam.- Lo último que recuerdo… ¿Ocurrió de
verdad?
-Sí,- contestó Aura- es algo imposible, pero, ahora no estamos en la
Tierra.
-¿Y dónde estamos?- preguntó Naryam.
-No lo sabemos,-
contestó Michelle- solo sabemos que en otro mundo. Tú te quedaste inconsciente
cuando te dio aquel golpe Lea, el hombre de negro.
Lea. Hasta ahí era donde ella podía
recordar, aquel hombre de pelo blanco en forma de media melena y ojos verdes.
Esos ojos verdes era lo último que recordaba antes de perder la consciencia.
Entonces, Aura y Michelle procedieron a
explicar lo ocurrido desde su desmayó, desde su captura, su intento de escaparse y como fueron encerradas en aquella celda.
-Finalmente
estamos atrapados sin saber que van a hacer con nosotros- concluía Aura.- Nos
separaron de Guido porque al parecer hay celdas de hombre y celdas de mujer. Y
hasta hay sabemos.
-Pues vaya
mierda- dijo Naryam. Su cara expresaba cierta preocupación pero nada en comparación con las otras dos.- Entonces, ¿no sabéis que quieren de nosotros?
-No, pero
seguramente nada bueno- contesto Michelle.- Por cierto, toma, es comida, un
soldado pasó antes y nos la dejo, te hemos guardado tu parte.
-Gracias.
Las chicas, seguían tristes por la
destrucción de su mundo y de seguramente la muerte de todos sus seres vivos,
pero no podían ponerse a llorar. Estaban atrapados, lo principal era salir de
esa cárcel. Tres días pasaron desde su encierro, y los lloros y gritos de furia
pasaron a la serenidad necesaria para poder idear una manera de escape. Esos
tres días fueron iguales; un soldado pasaba tres veces al día para servir la
comida, y ya no pasaba nadie más. Una cámara situada fuera de la celda podía
grabarlas a través de los barrotes. Sabían que era de día o noche gracias a la
ventana que daba a fuera. Gracias a esta ventana, Naryam pudo asegurarse que
estaba en otro mundo; por la noche se veían perfectamente tres lunas.
Las chicas hablaron durante esos tres días
de que iba a ser de ellas y de que podían hacer. Tenían claro que si intentaban
escapar las atraparían fácilmente y puede ser que las matasen por intento de
fuga. Decidieron esperar, en algún momento las sacarían de ahí o les darían
alguna explicación, aunque fuera para matarlas, tenían que sacarlas. Solo quedaba
esperar.
A los tres días, diez soldados, sin mediar
palabra, abrieron la celda y sacó a las tres chicas. No les pusieron esposas, las
colocaron en el centro de los 10 soldados y comenzaron a avanzar hacia algún
lugar. Las chicas no hablaron ni hicieron comentario alguno, era el momento que
habían esperado.
Subieron escaleras, bajaron escaleras,
pasaron por pasillos llenos de puertas y se montaron en ascensores. Estuvieran
donde estuvieran, era un edificio grande.
Finalmente llegaron a una gran puerta
cerrada. Enfrente de ella había tres soldados y en el centro de ellos una
persona. Según se fueron acercando pudieron ver y confirmar que era Guido. Los
soldados se unieron y quedaron en el centro los cuatro chicos.
-¿Cómo estáis vosotras?- preguntó Guido.
-Bien, ¿y tú?- devolvió la pregunta Naryam.
-También bien. Me
alegro de que por fin te hayas despertado Naryam, aunque por lo que veo te
terminaron atrapando. ¿Sabéis algo de a dónde vamos? Porque yo no tengo ni
idea.
-Nosotras tampoco lo sabemos- dijo Aura.
Entonces se abrió la gran puerta. Entraron,
los soldados se quedaron a los lados de la puerta y uno nos hizo un gesto para
que siguiéramos avanzando. Era una sala oscura, costaba ver lo que había. La
única luz que había en ese momento era un foco que alumbraba el centro. Fueron
andando y se colocaron hay.
Entonces, en frente suya se ilumino una
mesa, donde estaban sentados 5 personas de negro. Una de ellas era Lea, los
otros cuatro no sabían quiénes eran.
-Nos volvemos a
ver- empezó a decir Lea.- Tranquilos, no os va a pasar nada si aceptáis el
trato que os ofrecemos.
-Nunca
aceptaremos tratos de aquellos que destruyeron nuestro mundo- dijo Michelle
energéticamente.
-Ja ja ja. Al
menos escúchalo antes de decidir, quizás te guste y todo. Me alegró de que
estéis con semejante energía después del calvario que habéis pasado- dijo uno
de los hombres. Este tenía el pelo negro corto y ojos rojos que daban miedo
verlos.
-Calvario que
vosotros provocasteis- contestó Michelle.
-Michelle,
calla-dijo Naryam serenamente.- Hay que escuchar su propuesta, no tenemos otra
alternativa, quizás sea lo que nos ayude a vivir.
-Pero Naryam…
ellos destruyeron… nuestro mundo… nuestras vidas…- contestó Michelle
temblorosa. Ella entendía la actitud de Naryam, pero no podía perdonar tan fácilmente
a esas personas.
-Michelle, cálmate,
Naryam lleva razón, por ahora es la única solución- le dijo Aura a Michelle.
Michelle lo comprendió y no le quedó otra
que bajar la cabeza.
-Bien, pues
procedo a explicar- comenzó diciendo la única mujer de los hombres de negros.
Iba con la misma indumentaria que los demás y tenía el pelo largo y negro, con
ojos amarillos.-Hemos podido ver vuestro potencial, es muy alto. Nuestras
máquinas detectan bastante poder dentro de vosotros cuatro, y con la destrucción
de vuestro mundo hemos conseguido despertar vuestro Poder Dormido. Prueba de
ello es la que liasteis en la nave, cuatro personas normales no hubieran liado
la que liasteis.
-Muy bien, y ahora, ¿podéis explicarnos esto de forma en que lo
entendamos?- dijo Guido.
-Eso lo puedo
hacer yo- dijo Lea.- Lo que mi amiga Larxane ha intentado decir es que dentro
de ciertas personas, no sabemos porque, tienen una energía, un algo, que los
hace especial. Es lo que nosotros llamamos Poder.
>Dentro de esos
elegidos, que son bastantes, hay gente con más y con menos Poder. Hay muchos
que tienen poder, pero en poca proporción, un ejemplo de ello, son la mayoría
de nuestros soldados, que tienen poco poder. Nosotros cinco, por lo contrario, tenemos
más Poder, y por eso mandamos sobre ellos. Junto a nosotros hay otras siete
personas, que somos conocidos como Oficiales, por encima nuestra hay dos personas más, conocidos como Generales, y el manda más es el líder o General Supremo, que solo lo conocen los tres Generales.
>El Poder
proporciona fuerza sobrenatural, habilidades tanto físicas como mentales fuera
de lo común, tales como poder volar. También da el poder de hacer especies de
hechizos por así llamarlos con los que podemos congelar, crear bolas de fuego,
etc. Además da la capacidad de poder invocar unas armas especiales, armas con
Poder que suelen contar con alguna clase de Poder Elemental, ya sabéis a lo que
me refiero con esto, fuego, agua, hielo… y por último pero no menos importante,
si se tiene mucho Poder, se consigue modificar el aspecto externo mostrando el
aspecto verdadero del Poder de cada uno. Ya sé que es mucha información de
golpe, pero tendréis que aprender todo esto tarde o temprano.
-No sé si me he
enterado bien del todo,- empezó a decir Aura- pero, lo que decís, ¿es que
nosotros tenemos Poder de ese?
-Sí, pero más
poder de lo normal- dijo otro de los hombres, este llevaba una cresta color
castaño y ojos de color anaranjado.- Pero vosotros teníais el Poder dormido, y las personas con el Poder dormido, para despertarlo, tienen
que ser expuestos a mucho Poder o a alguna situación en los que se vean
obligados a tener que utilizarlo. En vuestro caso, vuestro poder fue despertado
por la destrucción de vuestro mundo.
-Entonces, lo que
estáis diciendo es que destruisteis nuestro mundo solo para despertar nuestro
Poder- razonó rápidamente Michelle.
-No exactamente-
continuó el hombre de los ojos rojos.- Fuimos a vuestro mundo a por una cosa,
una llave para ser exactos. Y bueno, la cosa se complicó… pero resumiendo, nos
vimos obligados a destruir el mundo y encima no la conseguimos.
-¿Y por qué nos
cuentas eso?- pregunto Naryam.- ¿No se supone que eso es una clase información
confidencial o algo por el estilo?
-Sí, pero para el
trato que os vamos a ofrecer es necesario explicarlo- continuo el único hombre
que quedaba por hablar. Este tenía el pelo azul, muy corto por los lados y
largo por encima que acompañaban a unos ojos naranjas.- Esa misión no salió del todo bien,
pero no todo es malo, os hemos encontrado y podéis sernos de ayuda. El trato
que os ofrecemos es el siguiente: aunque tenéis poder, no sabéis utilizarlo, así
que lo primero es que os alistáis a nuestra Base de Formación de Nuevos Miembros
y asignaros un Oficial para que os ayude en vuestro entrenamiento. Tras unas pocas semanas estaréis listos y serviréis a la organización,
Pax Universalis. Las misiones que os encargaremos tendrán un único objetivo,
traernos la llave que buscábamos en vuestro mundo.
-¿Ya está?- dijo
Michelle.- Pretendéis que después de todo lo que nos habéis hecho, nosotros os
ayudemos por la cara. Creo que no vamos a aceptar.
-No habéis dejado
terminar a mi amigo Saix- dijo Lea.- Vosotros seréis totalmente libres después
de eso.
-¿Y si no aceptamos?- dijo Guido.
-Os mataremos- contesto Larxane.
-Antes morir que ayudaros- dijo Michelle.
-Os mataremos a
vosotros y a vuestros amigos- dijo Saix.-‘¿Qué amigos?’ preguntareis. Pues
sabemos que algunos de vuestros amigos han sobrevivido y están en algún mundo,
a ellos no los pudimos capturar. Me refiero por su puesto a Emily, Leo, Noelia …
-Hijos de puta- dijo Aura.
-Tranquilizaos,
si lo hacéis bien puede que incluso podáis volver a vuestro mundo, ya que es
posible que exista alguna manera de que se regenere, y con él, todo ser que
pereció en el momento de su destrucción- dijo el chico de los ojos rojos.- Por
cierto, mi nombre no lo sabéis, soy Hades.
-¿Cuánto tiempo tenemos para pensarlo?- preguntó Naryam.
-De 30 a 60 segundos- le dijo Larxane.
Los chicos empezaron a pensar en qué hacer.
La cosa estaba clara, pero ninguno se atrevía a decirlo. La primera valiente
fue Naryam:
-Yo aceptó. Salvo
mi vida, salvo a mi prima y puede incluso que recupere la Tierra, aceptó-dijo la chica sin poder evitar pensar en Luis y en volverlo a ver… solo por eso
haría lo que hiciese falta.
-Yo también, a mí
me da igual morir, pero si están en juego la vida de Noelia, Brian, Leo y los
demás… me sacrificaré- continuó Aura.
-Naryam... Aura…- murmuró Michelle.
-Apuntadme a mí
también. Miremos el lado positivo del asunto, veremos mundos diferentes en los
que nunca hemos estado- dijo Guido.
-Guido…- volvió a murmurar Michelle. –Si todos aceptan, no me queda
otra…- dijo Michelle apenada y regañadientes.
-Perfecto, así me
gusta- dijo el muchacho de la cresta castaña.- Solo quedo yo por presentarse,
soy Terra. Y tengo el placer de anunciar que a partir de ahora comienza vuestro
entrenamiento. Pero aún queda una cosa, tenéis otros dos compañeros más en el
entrenamiento. Entrad y presentaros.
La puerta que se había cerrado cuando
entraron los chicos y se había mantenido cerrada durante todo este tiempo, se
empezó a abrir. Se abrió y entraron dos personas. No se les veía bien. Entró y se
cerró la puerta.
Según se iban acercando, se les iba
reconociendo.
-NO PUEDE SER- dijo Aura.
-ES
IMPOSIBLE- dijo Naryam.
Por la puerta entró, aquella persona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario