Un desierto. Solo arena. Una persona
inconsciente en el suelo. Al borde de la muerte. Un carruaje la recoge.
Naryam recuerda esto con imágenes fugaces.
Se despertó dentro de una celda.
Confusa miró a su alrededor. Una litera, una
cama individual (donde ella estaba acostada), una mesa de madera en el centro y
un retrete. En la litera de abajo había dos chicas sentadas y hablando, ellas
no se habían percatado de que estaba despierta Naryam.
Naryam se fijó en las chicas y se acordó de
lo ocurrido y de que ellas estaban con ella en el fin de la Tierra.
Tras una noche aburrida, seguía un día
aburrido.
La reunión familiar no era lo suyo. Tuvo que
dormir junto a sus primos, a los que se llevaba bien con algunos y con otros no,
sobre todo con Noelia. Aunque eran familia no se podían ni ver. Pero siempre
que había alguna reunión familiar acababan juntas, por tener la misma edad y
ser las mayores. Delante de los demás miembros de la familia fingían llevarse
bien, pero la realidad era lo contrario.
Se despertó. Se puso lo primero que encontró
y bajo a desayunar. Todavía estaban dormidos la mayoría de la familia a pesar
de ser casi las 12. Normal, el día anterior se acostaron tarde, casi vieron
amanecer. Desayuno y se puso a ver la televisión. Pasó un poco de tiempo y
escuchó una puerta cerrándose, se asomó a la puerta principal. Era Noelia.
-¿A dónde vas?-
le preguntó Naryam a Noelia.- No te puedes ir, hasta esta tarde no seremos
libres, mientras nos obligan a convivir juntas, o, ¿es que ya lo has olvidado?
-A ti que te importa- contestó Noelia.- Yo hago lo que quiero y si
estas en contra impídemelo.
-Dejó que te vayas, a ver si hay suerte y te atropella un coche.
Noelia se marchó ignorando su prima. Pasaría
mucho tiempo antes de que se volviesen a ver.
Naryam volvió a ver la tele. Al poco
llamaron a la puerta, eran tres de sus compañeros de clases y amigos de su
prima; Aura, Michelle y Guido. Se llevaba bien con ellos.
-Llegáis tarde- les dijo Naryam- mi prima se fue hace diez minutos.
-Entonces ya ha leído los mensajes de Luis- dijo Aura.
Naryam centró sus sentidos al escuchar ese
nombre. No era el más guapo de la clase, ni el más listo, ni el más bueno, pero
tenía ese algo que la atraía. Naryam tenía envidia de su prima en eso, se
pasaba los días con él. El odio hacia su prima aumentó. Naryam pensó rápido.
-Entrad y
esperad, debe venir en breve. No podemos salir de aquí así que si no la quiere
liar volverá en breve.
-Gracias- contestaron los tres a la vez.
Entraron y le explicaron a Naryam lo
ocurrido. Al parecer se encontraron con Luis a las diez y media y estaba
buscando urgentemente a Noelia por una razón que no quería decir Luis. Más tarde lo
volvieron a encontrar y seguía buscando a Noelia con más ahínco. Antes de que
le dijesen nada, Luis salió corriendo. Entonces fue cuando decidieron ir a
buscarla aquí.
Todo era un misterio sin resolver. ¿Qué
podía ser esa cosa tan importante?
Entonces, un terremoto sacudió la Tierra.
Tras eso, empezaron a sonar gritos fuera. Salieron y era un caos. Casas que
empezaban a derrumbarse, gente gritando y huyendo de unos extraños seres negros
como el carbón, con la espalda encorvada y ojos amarillos con forma de
humanoide.
Salieron corriendo los cuatro. Torcieron una
calle y un edificio se derrumbó en sus caras. Se dieron la vuelta y había un
hombre que le bloqueaba el paso. Un hombre vestido de negro cuyo rostro no se
veía.
-Pronto, este mundo dejara de
existir, y la llave se ira de aquí. La llave que traerá el poder definitivo. Pero aún no se forjado del
todo, por eso se va, para completarse. Y tú serás quien ayude a completarla.
Los chicos no sabían de que hablaba ni a quien
de los cuatro se refería. Estaban asustados, no sabían que hacer.
El hombre desapareció sin avisar, delante de
sus narices. Naryam como acto reflejo aprovecho para huir, pero un hombre
apareció y la paro en seco. Con vestimentas parecidas al anterior pero a este
se le veía el rostro perfectamente.
-¿A dónde te crees que ibas?-
dijo el hombre, quien golpeo a Naryam en el cuerpo con un golpe seco dejándola inconsciente.
Bloqueados los tres chicos, fueron rodeados
poco a poco por seres oscuros y una especie de soldados que eran humanos de
verdad.
Michelle miro a todos lados a ver si podía
escapar por algún rincón, y vio pasar a Noelia, quien le devolvió la mirada y
pudo ver a sus tres amigos pero no a su prima.
Sin escapatoria.
Apareció una nave de la nada. Entonces el
hombre misterioso volvió a hablar:
-Me dicen por el pinganillo
que ya no hay salvación para este mundo por ahora. Tranquilos, no moriréis, aun
no. A partir de ahora sois nuestros. Por cierto, mi nombre es Lea, y mando
sobre vosotros a partir de ahora.
Les pusieron unas esposas a los tres y a
Naryam inconsciente y subieron en la nave.
Guido se desmallo de la tensión acumulada.
Aura no pudo hacer otra cosa que llorar y gritar. Michelle, ella se quedó
bloqueada con la mirada perdida.
La nave despegó, y ya fuera de la Tierra, Aura pudo
ver, la única que estaba consciente al cien por cien, como su mundo era
destruido, y con él, toda su vida.
Dentro de estos jóvenes, algo que no podían
imaginar entonces despertó avivando su llama interna.
Los gritos de Aura aumentaron. Varios
soldados tuvieron que inmovilizarla. Era un ataque de pánico. No podía estar
ocurriendo. Era imposible. Era una historia de ciencia ficción que se hizo
realidad. Aura se tranquilizó, paro de moverse y de gritar pero no de llorar.
Guido se despertó después, y al ver el lugar donde estaba, que estaba esposado,
Naryam inconsciente en el suelo y rodeado de soldados, empezó a murmurar ‘no
puede ser, no es cierto, es un sueño del que no puedo despertar’.
Los cuatros estaban en un estado lamentable.
Al cabo de un rato entro otro soldado a la sala donde estaban los amigos, con
otro uniforme distinto, seguramente sería de un rango superior con respecto a
los soldados que los habían acompañado durante todo el viaje. Este informó a
los presentes que habían llegado al mundo de destino.
En ese momento, Michelle miró al soldado que
acababa de entrar. La expresión de su cara cambio a una furiosa, se levantó y
se lanzó hacia el soldado que había entrado.
Aquí fue la sorpresa, de que Michelle de
alguna forma consiguió romper las esposas, y el soldado no podía contra ella. Los
demás soldados fueron a su ayuda y cuando pudieron inmovilizar a Michelle, Guido y Aura
se levantaron y empezaron a luchar también consiguiendo dejar KO a dos o tres
soldados. Pero fue inútil, ellos eran demasiados. Los inmovilizaron a todos excepto a
Naryam que seguía inconsciente, aunque poco a poco ella empezaba a recuperar algo la consciencia.
Michelle tumbada con 3 soldados encima de
ella no podía hacer nada, no paraba de decir que la soltasen. Pero logro
percatarse de una palanca oculta debajo de los asientos. Se movía cada vez con más
fuerza y gritaba cada vez más mientras con disimulo alargaba el brazo para
poder alcanzar la palanca sin que se percatasen. Lo logró y tiró de ella con
toda su fuerza.
El techo de la nave se soltó, y con ello, la
puerta. Estaban cerca del suelo, de un suelo desértico. Aura rápidamente agarro
con una mano a Naryam para que no saliese volando y con la otra agarró a lo que
pudo que estuviese fijo. La puerta abierta quedo entre
Aura y Michelle. Michelle se asomó y pudo ver que había muy poca distancia al suelo.
Se podía saltar y salir vivo. Pero ese no era el problema, los soldados de la
forma en que podían se acercaban a ellos consiguiendo capturar primero a Guido,
seguían su avance agarrándose a hierros para no salir volando. Se acercaron
mucho a ellas tres. Michelle tuvo que empezar a defenderse, aunque lo tenía
complicado; un paso en falso, y saldría volando. No puedo defenderse de tantos
soldados y fue capturada. La única que quedaba era Aura quien sujetaba a
Naryam.
No había escapatoria.
Al menos para Aura. Había una oportunidad de
que Naryam se escapase. Aura, con todas sus fuerzas lanzó a Naryam por la
puerta, y pudo ver como rodaba. Era la única que podía escapar. Se dejó atrapar
y pronto llegaron al destino. Solo tenían la pregunta de si Naryam seguiría
viva.
Cuando la metieron en la celda con ellas, lo
único que las alegro fue verla viva.
Allí estaba Naryam, en medio de un desierto inconsciente
en su totalidad, que había sobrevivido a la destrucción de su mundo. Era
cuestión de tiempo su muerte.
Un desierto. Solo arena. Una persona
inconsciente en el suelo. Al borde de la muerte. Un carruaje la recoge.
Naryam recuerda esto con imágenes fugaces.
Se despertó dentro de una celda.
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