-¿Qué te pasa?- le preguntó la gemela del pendiente de luna.- Te has
quedado embobada.
-Nada- contestó Noelia- solo pienso en el último día que pase en mi
planeta.
-Vaya, lo has
asimilado muy bien, hay gente que pasan los meses y siguen siendo incapaces de
aceptar la realidad- dijo la chica rubia.- Antes de seguir hablando, porque va
a ser una charla larga, creo que lo mejor es presentarse. Yo me llamo Lily y
creo que ya sabes cómo se llama el chico, Demi. Ambos venimos del mismo mundo,
que fue destruido por ellos.
- Yo me llamo Noelia y… creo que se a quienes te refieres; los hombres de negros, estuvieron en el mío el día de su destrucción, pero, ¿ellos son capaces de hacer eso?
-Eso para ellos
es un juego de niños, aunque solo los miembros más fuertes podrían hacerlo- dijo Demi fríamente.- Luego te explicamos, es complicado
de explicar y entender y creo que lo mejor es que antes descanses un poco.
-¿No os olvidáis
de algo?- dijo la gemela del pendiente de estrella.- quedamos nosotras por
presentarnos. Yo me llamo Sue y mi hermana Selene, y como podrás adivinar,
somos gemelas.
-Nuestro mundo
fue destruido hace 9 meses- siguió Selene- y aunque lo echamos de menos, hemos
podido hacer buenos amigos como Demi y Selene aquí.
Ambas gemelas parecían simpáticas y se
notaba que querían animar en cierta medida a Noelia. Entonces Noelia le vino a
la mente una pregunta básica para poder continuar entendiendo la situación.
-Entonces, ¿Qué mundo es este?
-Estas en Lugar
Rencuentro- empezó a explicar Lily. – Antiguamente tenía otro nombre, pero
cuando los mundos por una razón u otra comenzaron a destruirse, adquirió este
nombre. Por una alguna razón este mundo sirve de acogida a todos aquellos que
han perdido el mundo donde vivían antiguamente.
-Entonces, ¿puede haber más gente de mi mundo aquí? –reflexionó Noelia.
-Puede ser- le
contestó Demi.- Pero que este mundo sea un gran punto de reencuentro no quiere
decir que todos los habitantes de los mundos destruidos estén aquí. La gran
mayoría de los habitases de los mundos destruidos están muertos, y los que
sobreviven pueden haber ido a parar a cualquier mundo. Este mundo tiene la
cualidad de atraer a personas sin rumbo, por eso acaban aquí muchos, pero no
todos.
Aunque Noelia ya lo suponía, le costó
escuchar esas palabras. La mayoría de personas que conocía están muertos. Un
golpe duró. No podrá volverá casa ni a volver con su amigos o familia. En ese
momento le alegraría ver a cualquier persona de su planeta, incluso a su
prima Naryam.
Selene y Sue se dieron cuenta rápidamente de
lo afectada que estaba Noelia. Ambas salieron rápidamente de la habitación, y a
los pocos segundos entraron con una bandeja con comida. La tenían que tener
preparada, y se la ofrecieron a Noelia.
-Gracias- agradeció
Noelia quien aprovecho para hacer una pregunta de algo que se había fijado.- Cuando
habéis entrado por la puerta, ha entrado a la habitación luz del sol, o de la estrella
que sea que de luz a este mundo, y esa es la única puerta. ¿Es tan pequeña esta casa?
-Las casas en
este planeta son así- le dijo Selene.- Nosotros tenemos las casas cerca de
esta, y utilizamos esta como una especie de biblioteca para buscar información.
-¿Tan pequeñas
son? -dijo sorprendida Noelia.- es verdad
que la habitación es más grande que una normal, pero aun así no hay espacio
para todo lo necesario. ¿Y la cocina? ¿Y los baños?
-Las cocinas
suelen ocupar el espacio que ocupa este ordenador- contestó esta vez Sue.- En
cuanto a los baños, son comunes es decir, hay como una casa en cada barrio y ahí
están los váteres y las duchas, todo mixto. Ya sé que al principio te puede
sorprender y resultar asqueroso y si tienes muchas vergüenza como yo va a
costar acostumbrarse, pero luego te das cuenta de que de otra forma no
puede ser.
-Por si no has
entendido lo que ha querido decir mi hermana, lo que ella intenta decir es que cada
vez se están destruyendo más mundos, o viene gente que ha huido del
suyo y de la guerra que hay en sus mundos, y eso conlleva a un aumento de la población aquí. Si las casas son más
grandes, no habría espacio para todos, y al ser tan pequeñas, no hay espacio
para los baños, así que hay que unirlos todos para que no ocupen mucho
espacio y no hay dos casas de baños, una para hombres y otra para mujeres, por
lo mismo.
Noelia entendió rápidamente la situación que
les contaba las hermanas, aunque se pasó todo el rato de explicación comiendo
sin cesar. No se había preocupado de la comida hasta que la vio y se dio cuenta
el hambre que tenía. No paró de comer en ningún momento. Parecía que era la
primera vez que comía en semanas. Esa sopa le sabía a gloría, y el pescado que
le acompañada duró menos de dos minutos. Cuando terminó, se miró. Ella y su
ropa estaban sucias. Tenía que ducharse y cambiarse de ropa, así aprovecharía
para despejarse un poco y pensar.
Respecto a lo que le habían dicho las
gemelas, le daba igual. Ella estaba acostumbrada a estar desnuda delante de otras
chicas en los vestuarios del gimnasio-piscina climatizada a la que iba. Lo
único que le daba cosa eran los hombres. Pero eso se solucionaba rápido,
simplemente no mirarlos debajo de la cintura. Pero, ¿y si ellos la miraban con
vicio? ¿Y si la violaban porque la encontraban muy atractiva? Decidió arriesgarse:
-Me quiero duchar, ¿me podéis indicar dónde están
las duchas?- dijo sin miedo.
-Las gemelas te acompañaran-
dijo Lily.- Cuando vuelvas te habré preparado algo de ropa, que esa está muy
sucia y desgastada. ¡Ahh! Toma una toalla.
Con un gesto Noelia se lo agradeció y se
puso en marcha con las gemelas. Cuando salió de la casa vio un panorama extraño.
Las calles le recordaban a las películas medievales que ella había visto, pero
con mucha tecnología, seguramente más avanzada que la de su mundo. Un contraste
muy grande. Medievo y futuro. Como si se hubieran fusionado en uno solo. Casas
de madera y piedra, mientras que en el cielo volaban vehículos voladores parecidos a coches.
El camino fue corto. Se pararon frente a un
edificio más grande en comparación a los demás pero construido aparentemente
con los mismos materiales que las casas normales. Entraron dentro. La
apariencia dentro era la misma que en la casa donde habían estado. Estaban en
una pequeña salita donde había una familia que se dirigía a la salida. Había
dos puertas, una donde se encontraban los váteres y otra donde estaban las
duchas. Las gemelas se aseguraron de que Noelia sabría volver de a la casa de
antes y se fueron porque tenían que hacer unos recados.
Cuando se marcharon, Noelia entró primeros a
los váteres. Suspiro al ver que al menos estos estaban separados y nadie la
vería hacer sus cosas. Se fue al más alejado para estar más segura de que nadie
la vería y entró en ese váter. Al menos habría unas 4 o 5 personas más en los
váteres. Era el momento de pensar y centrarse en la situación.
Noelia cerró los ojos…
-¡¿Cómo que
destruido?! ¡Inútiles! ¡Ese no era el plan! ¡Ese mundo era necesario! ¡Solo tenías
que coger la llave! ¡OS MATÓ!
-No era nuestra intención, pero la cosa se complicó y…
-¡NO HAY EXCUSAS! El jefe se habrá enfadado. ¡Y AHORA QUE HACEMOS
SUBNORMALES!
-Tranquilízate Herodes, acabo de hablar con él, y por sorprendente que
parezca estaba feliz.
En un lugar turbio, en una sala de un
castillo, en un mundo desconocido.
Una reunión donde había una mesa, varias
pantallas y alrededor de la mesa 12 sillas, de las que estaban ocupadas 5, una
de esas 5 estaba ocupada por Herodes. De rodillas había varias personas,
malheridas. Los encargados de la misión de la Tierra. En la puerta de la
sala, la persona que había interrumpido la conversación.
Se le notaba en la cara el enfado de
Herodes, mientras que las caras de las personas arrodilladas tenían cara de
satisfacción al saber que el jefe estaba feliz.
-No os alegréis
tanto- dijo la persona que acababa de entrar en la sala- el jefe os ha mandado
una nueva misión a los que fracasasteis en la Tierra y si no la cumplís,
entonces si os podéis dar por muertos.
-¿Y qué misión tienen que cumplir?- preguntó uno de los que estaban
sentados.
-Buena pregunta Simón. Es terminar lo que empezaron, recuperar la llave. La hemos conseguido localizar
en un mundo. Tenéis más información en la Sala General. Venga, estáis tardando.
Las personas del suelo salieron corriendo.
El tipo que traía la misión cerró la puerta y se sentó en unas de las sillas y
dijo:
-Pobres, morirán, es una misión suicida pero necesaria para ver su
poder.
-No exageres Hades, seguro que no es para tanto- contestó una mujer.
-Si no lo crees, míralo por ti mismo.
-Vale, iré y seré el que comande esa misión ‘suicida’, si te parece
bien claro.
-Me parece perfecto- dijo Hades, quien tras hacer una pausa continuo.- Por cierto, ya sabéis quien es el único capaz de destruir un mundo, por lo que todo es parte del plan del líder.
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