Habían pasado catorce semanas cuando Noelia
despertó aquella mañana en Lugar Rencuentro. Lo primero que pensó es que si
estuviese en la Tierra sería septiembre.
Catorce semanas de entrenamiento duro. Al
principio de él, Noe, Emily y Leo tenían dolores por todo el cuerpo, pero ya se
habían acostumbrado a ese problema. Sin embargo los dolores no habían sido en vano,
pues los tres habían conseguido controlar bastante su poder.
Leo había conseguido invocar su propia arma,
un báculo de color marrón que recordaba la robustez de la tierra, y con el
podía hacer una magia básica pero eficaz, siendo su especialidad el elemento de
la tierra.
Emily, por su lado, era capaz de invocar un
arco, pero no un arco cualquiera, sino uno con una parte afilada sirviendo
también como espada. Un arma eficaz tanto a largo como a corto alcance. Ella
había desarrollado una magia de hielo siendo capaz de congelar a sus objetivos
de una sola flecha. Pero aparte del hielo también fue capaz de controlar otras
magias como el piro (fuego) o el electro (electricidad).
Noe era quien más había mejorado, quizás
porque su poder interno era mayor al de los otros dos. Sus habilidades físicas
habían aumentado bastante y era capaz de hacer cosas que antes ella consideraba
imposibles. Su arma era una espada dorada con toques plateados. Su magia
principal era el piro, que la manejaba como si desde pequeña supiese hacerlo.
Aun así consiguió manejar el resto de magias aunque en un nivel más básico.
Estas catorce semanas habían estado viviendo
gracias a la hospitalidad de Lily y Demi, pues Noe y Emily dormían en la casa
de Lily y Leo en la de Demi. Habían conseguido forjar una amistad fuerte en
este tiempo y poco a poco estaban consiguiendo una coordinación en sus
movimientos, cosa que se notaba en los entrenamientos. Lily manejaba dos
especies de nunchakus de los cuales salía hojas afiladas y su magia era la
gravedad, que conseguía el efecto de que las cosas fueran más pesadas o ligeras
a su propia voluntad. Por el otro lado, Demi manejaba un espadón que era más
grande que él, pero a pesar del tamaño, la manejaba como si de un palo se
tratase. Su magia era de agua.
Las gemelas Sue y Selene tenían la misma arma,
una especie de varita con una luna y una estrella en su extremo. Eran muy
buenas en el uso de magias pero no eran buenas en el combate físico.
Controlaban a la perfección todos los elementos pero sin lugar a dudas, el
elemento que más controlaban era Cura, siendo capaces de curar ciertas heridas
o mitigar un poco el cansancio de las personas que ellas querían, aunque esta
magia tenía un cierto límite.
En cuanto al profesor lo habían visto pocas
veces más, él siempre estaba ocupado. Últimamente intentaba encontrar la base
de los rebeldes que luchaban contra Pax Universalis, pero estaba muy bien
oculta, aunque al parecer ya estaba cerca de encontrarla.
Aquella mañana parecía normal. Desayunaron y
se dirigieron hacia un bosque cercano para entrenar. Una vez en el bosque
discutieron el que iban a entrenar aquel día. Todo estaba ya listo para empezar
el entrenamiento, pero de repente se comenzaron a escuchar ruidos en la ciudad,
y seguidos a ellos gritos de personas. Ante esos gritos se dirigieron a la
ciudad.
Cuando llegaron vieron fuego, humo, caos y
destrucción. Personas corriendo hacia no se sabe donde. Corriendo no, huyendo,
shadows habían aparecido y perseguían a los ciudadanos. Estaba claro lo que
sucedía, Pax Universalis estaba atacando la ciudad.
-Hay que encontrar la persona que dirige el
ataque- dijo Demi en tono serio. Se le notaba que tenía un poco de ansiedad.
-Estoy de acuerdo pero para poder encontrarlo
antes deberíamos separarnos en dos grupos- sugirió Noelia.
-Me parece buena idea- dijo Lily.- Nuestra
misión está clara, ayudar a los ciudadanos y buscar al causante. El grupo que
primero se encuentre a la persona se encarga de él, aunque es muy probable de
que haya más de uno así que no os confiéis. No os obsesionéis con encontrarlo,
lo primero es salvar las vidas inocentes de los ciudadanos.
-Está bien- continuo Leo.- Yo soy el más débil
así que debería ir con Lily que es la más fuerte.
-Estamos de acuerdo- dijeron las gemelas al unísono.-
Nosotras os acompañamos ya que os hará más falta nuestra magia más que Demi y el
resto.
-Me parecen buen grupo, el resto conmigo-
concluyó Demi.- Vamos ya, no hay tiempo.
-Leo, ten cuidado, ¿vale?- dijo Emily con tono
preocupado por su pareja.
-Tranquila, nos veremos después y tomaremos un
helado para celebrar la victoria, te lo prometo- dijo Leo. A continuación besó
a Emily y cuando se separaron dijo- te lo prometo, y yo siempre cumplo mis
promesas.
Esto hizo sonreír brevemente a Emily, quien se
sintió algo más segura.
Sin perder más tiempo se pusieron en marcha
cogiendo cada grupo un camino distinto.
El grupo de Demi fue por la derecha.
Mientras avanzaban iban acabando con las shadows que iban apareciendo. Era extraño pues no había soldados de Pax Universalis, solo shadows. Los ciudadanos recorrían la misma calle que ellos pero en dirección contraria, huían de algo. Noe decidió preguntar a un ciudadano, le paró y le preguntó a un hombre de unos cuarenta años y a quien le seguían tres niños que se pararon junto a él. La respuesta que dio fue:
Mientras avanzaban iban acabando con las shadows que iban apareciendo. Era extraño pues no había soldados de Pax Universalis, solo shadows. Los ciudadanos recorrían la misma calle que ellos pero en dirección contraria, huían de algo. Noe decidió preguntar a un ciudadano, le paró y le preguntó a un hombre de unos cuarenta años y a quien le seguían tres niños que se pararon junto a él. La respuesta que dio fue:
-El miembro de Pax Universalis está en la plaza
que esta al final de esta calle, solo huyo de ella con mis hijos.
Tras esto dejo al hombre huir con sus hijos.
Ningún ciudadano luchaba, a pesar de que sabían quienes eran y que ya habían
sufrido el poder de Pax Universalis en sus mundos natales. Estaban
aterrorizados ante ellos.
Siguieron su camino rumbo a la plazoleta,
lugar donde Noelia se rencontró con Leo y Emily catorce semana atrás.
Cuando llegaron se encontraron con una chica,
con la misma túnica negra que tenían los hombres que atacaron la Tierra.
Llevaba la capucha sin poner y se le veía el rostro perfectamente. Con pelo rubio y no muy largo que acompañaban a unos ojos claro.
Esta chica se dedicaba a invocar shadows a su
alrededor y destruir algunos edificios que tenía a su alrededor.
Sin dudar ni un momento Noelia se lanzó a por
ella. Un ataque fuerte que bloqueo la chica sin mucha dificultad con una espada
color amarillo con toques blancos. Se miraron ambas a los ojos. Los ojos de
Noelia mostraban ira, furia y decisión. Ira por haber perdido todo por culpa de
Pax Universalis. Furia por ver como una persona destruía edificios y ataca a
gente inocente. Y decisión por querer vengarse.
Se separaron del ataque y se quedaron
mirándose.
-Que impaciente eres, te voy a ganar lo mismo
por mucho que corras- dijo la chica. Miro a Emily y a Demi.- Tres contra uno…
algo injusto, pero… puede llegar a ser entretenido.
-¡No nos subestimes!- saltó Noelia, a la cual
se le notaba la furia.- Este es tu final, tenlo claro. Tú y todo Pax
Universalis estáis acabados. ¡Recordad mi cara como la persona que acabo con
vosotros!
-Ja ja ja, no me hagas reír- se burló la
chica.- Eres demasiado enclenque como para vencerme a mi, y ni siquiera soy un
oficial. Recuerda mi nombre, para que puedan poner en tu tumba, ‘Asesinada
por Cintia’.
Tras esto comenzó una batalla uno contra uno.
Noelia vs Cintia.
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