Jonas había muerto. Luis lo había matado en
Lunalia, en la Misión de Erradicación. Luis había traicionado a Pax
Universalis.
El escandalo formado en aquella casa provoco
que rebeldes escondidos se acercaran para ver lo que pasaba. Los mismos
rebeldes que Luis había salvado antes.
Sin dirigirse ni una palabra, Luis les dio el
bebé y se dirigió a la puerta de la casa.
-Cuidad bien del pobre… No he podido salvar a
los padres… Queredlo y cuidadlo bien- les dijo Luis a los rebeldes antes de
irse.
Una vez que salió de la casa, se dirigió a las
afueras de la ciudad. A un sitio apartado, a un sitio donde pensar que hacer.
Ya era un traidor. Fil nunca le perdonaría.
Podría huir. Podría ir al Gran Verde aprovechando que ya tenía las coordenadas.
No, no podía hacer nada de eso. Tenía que
afrontar su error. Si huía, Noelia y sus amigos estarían en peligro.
Estaba contra la espada y la pared; o huir y
poner a todos sus seres queridos en peligro o regresar y esperar que no
acabasen con él.
Luis marcó su camino con aquella decisión.
Volvió a la base de Pax Universalis. Volvió para afrontar su destino.
Abrió un portal oscuro y se dirigió a
Deserticon.
Una vez llegó a su destino, se fue a un sector
de la base donde siempre había poca gente por no decir nadie. Un lugar
solitario, el lugar favorito de Fil. Luis sabía que estaría allí.
Lo que Luis no sabía es que Blade estaba cerca
y cuando vio llegar a Luis se escondió y fue testigo de todo lo que ocurrió.
-¿Ya habéis acabado con todos? ¿Y Jonas?
¿Dónde está?- preguntó Fil en cuanto vio a Luis.
Luis no contestó. No sabía que decir.
-¿Dónde está Jonas? Respóndeme de una vez, es
una orden- insistía Fil ya con el arma en la mano.
Luis seguía sin responder, únicamente invocó
su espada.
-Con que esas tenemos. Si no quieres hablar
por las buenas lo harás por la malas- dijo Fil, quien a continuación se dirigió
corriendo para atacar a Luis.
Luis bloqueo el ataque de forma sencilla
retrocediendo los dos un poco.
Después, Luis se dignó a hablar:
-Yo maté a Jonas- palabras que sorprendieron a
Fil.- Se dirigió a matar a un bebé. Un bebé que no tiene culpa ninguna. Un bebé
que era inocente. Yo lo mate, y lo volvería a matar un millón de veces si es
necesario si con ello salvo al inocente. No me arrepiento.
-ESTÚPIDO MOCOSO. ¿CÓMO TE ATREVES A MATAR A
MI MÁS LEAL APRENDIZ? TE ARREPENTIRÁS DE ELLO TRAIDOR DE MIERDA. TIENES QUE
TENER MUCHO VALOR PARA HACER ESO, VENIR Y DECIRME TAN TRANQUILAMENTE QUE HAS
MATADO A JONAS. HOY APRENDERÁS LO QUE ES EL MIEDO Y LO QUE ES LA MUERTE- dijo
Fil, quien la furia le invadió.
Luis presencio el verdadero poder de Fil,
quien llenó de ira no puedo controlar su poder y adoptó la apariencia de un
verdadero monstruo. No, un monstruo no, la forma de un demonio en cuya cabeza
había un cráneo gigante de un toro.
Fil se transformó en el Demonio de Tauro.
El combate empezó muy mal para Luis, quien no
podía hacer nada ante el poder de un Demonio.
Un golpe tras otro sin que Luis pudiese
esquivarlo. Pero Luis nunca caía. Siempre se mantenía de pie, con muchas
heridas pero de pie.
Solo por un motivo seguía en pie; quería
vivir. Vivir para proteger a sus amigos y a Noelia. Vivir para recuperar su
mundo. Vivir para evitar que gente como Fil siguiesen haciendo el mal
libremente.
Luis entendió en ese momento una cosa. Una
cosa que SilverFox le explicó. Él era una mezcla de luz y oscuridad perfecta.
Luis aceptaba su luz pero no su oscuridad. Él tendría que andar por la
oscuridad para ganar aquel combate, para seguir viviendo. Luis aceptó su
oscuridad al igual que ya había aceptado su luz. Ahora tenía todo su poder
disponible.
Luz y oscuridad envolvieron al joven.
Engullendo al joven. El Demonio de Tauro ni podía acercarse a Luis.
Gran escándalo se estaba produciendo haciendo que Saix, SilverFox y Simón se acercasen para ver lo que pasaba. Y fueron testigos
del nacer de una leyenda.
Una vez dicha luz y oscuridad desapareció,
Luis ya no estaba. Estaba un joven de pelo rubio y ojos azules que portaba dos
espadas; una espada blanca con esmeraldas, una espada que representaba la luz,
la legendaria espada de luz Luminos; la otra espada negra con zafiros, que
representaba la oscuridad, la legendaria espada Sombria.
El Demonio de Tauro se enfadó aún más de lo
que ya estaba. Se dirigió hacía el joven con todas sus fuerzas, pero fue
esquivado como si fuese un niño pequeño. El Demonio no paraba de aumentar su
enfado.
-Voy a acabar contigo de un solo golpe, la
Estocada Oslu. Contaré hasta tres para que te prepares- dijo el joven rubio.-
Tres…- dijo mientras esquivaba otra embestida del demonio provocando que este
chocase contra una pared y quedase bloqueado.- Dos…- dijo mientras el Demonio
se deshizo de la pared donde había quedado atrapado y se puso enfrente del joven.- Uno…- dijo mientras que el joven bajaba sus dos armas haciendo que las puntas de ambas espadas tocasen el
suelo.- Cero…- dijo mientras una sonrisa se dibuja en la cara del joven del pelo rubio.
Lo siguiente que se vio fue desconcertante,
pues era el joven dando su espalda a la espalda del demonio y con las espadas
cruzadas enfrente de su propio rostro. Al segundo de esta imagen, el demonio se
cayó al suelo volviendo a su forma como Fil.
Un ataque rápido que nadie había sido capaz ni
siquiera de ver y que había vencido a un demonio únicamente utilizando ese ataque.
Fil, el carnero, uno de los Doce Guerreros,
había muerto en ese momento.
-Vosotros, los que habéis visto todo, salid de
vuestro escondite- dijo el joven aún con cara de concentración.
Todos salieron, incluido Blade. No podían
hablar. Lo que habían visto era un poder inimaginable desarrollado en apenas
unos segundos.
El joven miró a la cara a Saix, hijo de la
Luna, el ser más malvado de todo Pax Universalis; miró a la cara a Simón, el
estratega, aquel que en unas semanas mataría; miró a la cara a SilverFox, el
guerrero invencible, aquel que le enseño su verdadera naturaleza; miró a Blade,
su amigo y rival, aquel que le demostró que a pesar de tener ideales distintos
podía confiar en él. Miró a los cuatros y dijo las palabras que definirían su
futuro:
-Mi yo anterior no existe, ha muerto hoy. Yo
ya no seré más Luis Ace Ray, ahora seré conocido como Lar, y mi único objetivo
será volver a mi mundo. Seré capaz de todo por lograrlo; matar, devastar mundos,
destruir todo lo necesario… Pero prometo que volveré a mi mundo… y que Noelia
me acompañará. Y si para ello es necesario que nade por la senda del mal, eso
haré. Seré la luz que siempre brilla en la oscuridad. La luz en la oscuridad.
Desde ese día, Luis solo volvió en las
ocasiones en la que se reunía en secreto con Noelia en la azotea. Ella fue la única que fue
capaz de sacarle de ese sendero del mal… al menos durante un rato.
Lo ocurrido fue historia ya pasada. Los
testigos decidieron no contar lo sucedido dando los mínimos datos posibles.
Diciendo que Fil y Jonas habían muerto en la Misión de Erradicación y que Luis
estaba en paradero desconocido. Justificaron la entrada de Lar a los Doce
Guerreros a la falta de uno por la muerte de Fil, convirtiéndose Lar en el
duodécimo Guerrero, la luz en la
oscuridad.
Luis ahora tendría dos objetivos; por dentro,
Luis iría a por Noelia para evitar su muerte, si él era su contrincante, ella
seguiría viva; por fuera, Lar daría una imagen de tipo duro para que nadie se
le pusiese en medio.
Aura y Michelle se sorprendieron por la
noticia haciendo que sus dudas sobre Pax Universalis aumentarán aún más.
Selphie y Heia veían algo sospechoso todo el
asunto, pero no sabían el que y no sabían que hacer para ver qué era lo que no
terminaba de cuadrar.
Naryam sólo se preguntaba si Luis estaría a
salvo o muerto. Ella seguía creyendo fielmente en Pax Universalis, pero aún
quería a Luis.
Guido, tras lo ocurrido, decidió dejar su
pasado atrás y olvidarse de todo lo que le pudiese atrasar. No podía permitirse
pensar en cómo estaría su amigo de la Tierra Luis si aún no había triunfado Pax
Universalis.
Xavier se decepciono al pensar que Luis podría
ser un traidor. Era su amigo pero traicionar a Pax Universalis era como
traicionarlo a él. Xavier solo esperaba que su paradero desconocido no tuviese
que ver con eso.
Blade estaba muy preocupado con Lar. Él sabía
todo lo que Luis sufría al hacer las cosas que hacía Lar. En ese momento
decidió quitarle un peso de encima y encargarse él de Noelia, de que no le pasase
nada, de protegerla.
Saix estaba feliz al ver cómo había caído Luis
en el lado del mal, en su lado. Sus palabras habían tenido su efecto.
SilverFox se alegró de que se aceptase en todo
Luis, pero estaba preocupado. Luis sufría haciendo lo que hacía. Luis había caído
en el mal, cosa que SilverFox no quería.
Lar en las misiones desprendía tal poder que
nadie tenía el valor de desafiarle.
La razón por la que todo aquel que se ha
enfrentado a Lar ha muerto es porque nadie se había atrevido a enfrentarle.
Catorce semanas después de que la Tierra fuera
destruida tres semanas después del nacimiento de Lar, llegan noticias de un
sitio conocido como Lugar Rencuentro. La Chica Rayo había sido enviada a una
misión de invasión fácil pero se encontró con unos problemas inesperados. Una
chica muy poderosa junto a otros luchadores habían frenado dicha invasión.
Lar decide ir a ese sitio sin dudarlo. Sabía
quién era esa chica, su instinto se lo decía; esa chica debía ser Noelia. Luis
desde ese entonces no hizo otra cosa que proteger a Noelia.
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