En la parte baja del monte, los aprendices de
los Doce Guerreros se enfrentaban a Liam, Alice, Sue y Selene mientras que
cerca de ellos Luna tenía una lucha épica contra Demi.
Liam, Alice, Sue y Selene comenzaban a notar
el cansancio en sus cuerpos, cansancio que cada vez se notaba más en sus
cuerpos. Ya no se movían a tanta velocidad como antes, ya no luchaban tan
fieramente como antes. Los aprendices de los Doce Guerreros también comenzaban
a estar fatigados por la duración del combate. Ambas partes apenas podían
seguir con aquel enfrentamiento.
Demi y Luna en su enfrentamiento personal
estaban bastante peor. A ese cansancio había que sumarle las heridas de un
combate épico en el que ninguno de los dos quería perder. No tenían energías
para andar pero eso no era razón suficiente para ellos para parar aquel
combate. Era claro el empate de fuerzas de ambos. Los dos estaban al borde de
la muerte pero seguían luchando, no iban a tolerar la derrota aquel día.
Una batalla donde los que se enfrentaban ya no
podían más por el cansancio. Esa era la situación de la Batalla del Abismo.
Un ruido comenzó a flotar en el aire. Un ruido
de una nave. El ruido de la NIAD.
Kane iba pilotando la NIAD y su objetivo era rescatar a sus compañeros de aquella batalla.
Kane iba pilotando la NIAD y su objetivo era rescatar a sus compañeros de aquella batalla.
La NIAD aterrizó y sin dudarlo dos veces,
Liam, Alice, Sue y Selene se subieron en la nave. Los aprendices no hicieron
nada para evitarlo. Ellos estaban tan mal de cansancio como ellos. Ambos bandos
aceptaron el empate.
En el otro enfrentamiento, Luna se mostró
reacia a la idea de huir, pero tras pensarlo dos veces, decidió subirse a la
nave. Estaba en un estado pésimo como para continuar aquella batalla. Comenzó a
avanzar lentamente hacia la nave, sus heridas no la dejaban irse a mayor
velocidad.
Demi no hacía nada para impedir que huyese
Luna. Él sabía que continuar ese combate era avanzar por un camino de una única
salida, la muerte de los dos.
-Nos volveremos a ver y acabaremos lo que hemos
empezado hoy- le dijo Demi a Luna.
Luna no contestó, se limitó a echar un vistazo
hacia atrás para mirar a Demi. Cuando Luna se subió a la NIAD, la nave arrancó
de nuevo y se fue.
Los aprendices de los Doce Guerreros, incluido
Demi, abrieron portales oscuros y volvieron a Deserticon. La batalla había
terminado para ellos.
Desde la NIAD, se encargaron de vigilar la
batalla para entrar en acción cuando alguno de los suyos necesitará ayuda, así
que mantuvieron la distancia y se dedicaron a esperar y observar.
No tuvieron que esperar mucho pues en seguida
vieron como Aura y Michelle casi mueren en manos de Lea pero consiguieron darle
la vuelta acabando con el oficial de Pax Universalis.
Se acercaron a ellas, que estaban tiradas en
el suelo por el cansancio y las heridas.
Liam y Alice las ayudaron a subir a la nave,
donde Sue y Selene utilizarían su magia de curación para hacer los primeros
auxilios a las chicas.
De nuevo la NIAD volvió a coger distancia y a observar la batalla.
Mientras todo esto pasaba, Selphie y Heia
tenían un enfrentamiento contra tres de sus antiguos compañeros. Se enfrentaban
a tres de los Doce Guerreros, Hades el demonio, Herodes el grande y Axel el
domador del hielo.
Habían sido compañeros en el pasado, se conocían
lo suficiente como para saber que sus fuerzas estaban muy igualadas. Sabían que
Selphie era la más fuerte de los cinco, y que detrás suya estaban Axel y Hades.
Sabían que Heia y Herodes eran los más débiles de los cinco pero aun así eran
capaces de dar alguna sorpresa.
Se conocían demasiado entre ellos, sabían las
técnicas que utilizaban, sus elementos mágicos más fuertes, su fuerza, sus
movimientos, sus técnicas de batalla… se conocían perfectamente después de
tanto tiempo trabajando juntos.
Solo eso, compañeros de trabajo. No habían
sido amigos. No había nada más. Prácticamente para Heia y Selphie los primeros
amigos que hicieron fue cuando Luis y los demás ingresaron en Pax Universalis.
Ellas se hicieron amigas en ese periodo y ellas comprendieron que Pax
Universalis no utilizaba el método correcto para instaurar la paz universal y
que ese objetivo era una simple excusa para conquistar el universo entero.
El combate comenzó de forma intensa. Choque de
armas entre Selphie y Hades donde las chispas saltaron y donde hubo un pequeño
temblor por el choque de poder de ambos personajes. Heia fue a por Axel quien
la paró como si nada. Herodes fue a ayudar Hades que necesitaría más ayuda con
Selphie. Heia al ver la desventaja de número de Selphie, fue hacia Hades por la
espalda para atacarle pero su ataque fue esquivado.
Así se desarrolló todo el combate. Igualdad
máxima entre los antiguos compañeros.
A pesar de la igualdad de fuerzas, Selphie y
Heia tenían dos desventajas que cada vez se hacían más notorias y provocaba una
inclinación a favor de Pax Universalis. Por un lado estaba la desventaja
numérica de ser dos enfrentándose a tres de los Doce Guerreros. Por el otro
estaba el cansancio de los enfrentamientos anteriores. Heia ya se había
enfrentado a Terra quien había derrotado con ciertas dificultades. Selphie se
había enfrentado a Xavier, un combate que tuvo un gran impacto en la chica,
tanto físico como emocional.
Según el combate iba avanzado, la superioridad
iba creciendo. Se vieron obligadas a retroceder poco a poco. Cada vez tenían
menos opciones.
Podían darlo todo en un ataque pero con eso
como mucho podrían acabar con uno cada una, por lo que alguno sobreviviría
seguro y lo tendría muy fácil para terminar con las dos chicas.
El número de opciones iba en disminución según
el tiempo iba pasando. La derrota de las chicas era algo claro. Algo que se
veía a distancia.
Desde la lejanía se empezó a acercar algo. La
NIAD había visto la pelea y Kane sabía que no aguantarían mucho más. Fue a su
rescate.
Selphie y Heia, al ver la nave vieron su única
esperanza de escapar con vida. Habían perdido el combate pero al menos
seguirían con vida.
La nave aterrizó cerca de las chicas quienes
se montaron rápidamente sin mediar palabra ninguna.
Axel hizo el intento de ir a por ellas sin
éxito ninguno. Cuando se acercó a la NIAD, ésta ya había retomado el vuelo. Aun
así no se dio por vencido comenzó a
lanzarle hechizos de hielo con la esperanza de darle pero sin éxito ninguno
pues las maniobras de Kane con la NIAD hacía casi imposible darle con algún
hechizo.
-Mierda…- dijo Axel.- ¿Ahora qué hacemos?
-Perseguirlos es tontería, el objetivo es
abrir Soul Graveyard, perseguirlos no servirá de nada- dijo Herodes.
-Pero no me quiero estar quieto, y menos
cuando nos han quitado una victoria donde acabaríamos con dos traidoras- dijo
Axel con cierto enfado.
-Pues tú verás lo que haces, yo me voy a
arriba a ver el espectáculo, la batalla por aquí ya ha terminado, solo queda
ver la parte final- dijo Hades.
-Yo te acompaño, quiero ver como se abre Soul
Graveyard- dijo Herodes.
-Yo paso de ver eso, yo quiero combatir y
quitarme esta sensación de haber vencido pero no poder haber rematado por la
huida de las traidoras- dijo Axel con enojo en su tono.
-Pues aquí ya no hay más combates. Solo queda
uno como mucho, y en ese no participaremos, simplemente seremos testigos- dijo
Hades.
-Entonces paso, me vuelvo a Deserticon, seguro
que hay muchos heridos. Iré y los ayudaré- dijo Axel quien abrió un portal
oscuro y se fue hacia Deserticon en cuanto terminó de hablar. En cuanto Herodes
y Hades, pusieron rumbo a la cima del monte.
Mientras esta conversación se daba, la NIAD se
alejó lo suficiente como para que no fuesen vistos mientras que ellos si pudieran
observar el enfrentamiento final en la cima del monte.
En la cima, Luis y Noelia ya estaban decididos
a abrir la puerta hacia el Soul Graveyard.
-Noe, antes de abrir la puerta quiero que me
prometas una cosa- dijo Luis antes de proceder la puerta.
-¿Él qué?- preguntó Noelia con cierta intriga
sobre qué era lo que Luis quería hacer que prometiese.
-Pase lo que pase, suceda lo que suceda, muera
quien muera, una vez pasados los cuarenta minutos desde que abramos la puerta,
prométeme que desearas volver a la Tierra para que así tú puedas volver- dijo
Luis con tono muy serio.
-Por supuesto que lo prometo, en cuarenta
minutos volveremos a estar en la Tierra. Tú también tienes que desear volver,
también me lo tienes que prometer- dijo Noelia con una media sonrisa en su
cara.
-Te lo prometo- dijo Luis aunque él seguía lo
mismo de serio que antes. Algo atormentaba su mente.
-Entonces perfecto, en cuarenta minutos, pase
lo que pase, volveremos a la Tierra- dijo Noelia intentando alegrar a Luis sin
mucho éxito.
-¿Y si dejáis ya la charla y hacéis lo que
todos estamos esperando?- dijo la General Nirvana con cierto nerviosismo.
-Nirvana, no seas impaciente, la puerta se va
a abrir hoy si o si, solo quedan unos minutos- dijo el General SilverFox para
relajar a Nirvana.
-Noelia. Luis. Cuando queráis podéis proceder
a abrir la puerta- dijo Hesoda quitándose del medio dejando a Luis y a Noelia
enfrente de la gran puerta sin que nada estuviese entre la puerta y los chicos.
-Vale, hagámoslo ya. Pero… ¿cómo se abre?-
dijo Noelia al darse cuenta de que no tenía ni idea de cómo abrir la puerta
hacia el Soul Graveyard.
-Fácil. Noelia, tienes que ponerte entre Luis
y la puerta y lo demás es dejarlo fluir. Solo tenéis que sentirlo y dejarlo
fluir- dijo Hesoda con una sonrisa en la cara.
En ese momento, Hades y Herodes llegaron a la
cima colocándose al lado de Saix sin llamar mucho la atención.
-Hemos llegado a tiempo para ver el
espectáculo- dijo Hades con alegría al saber que podría ver como se abría la
puerta.
Luis y Noelia se dieron cuenta de esa llegada
pero hicieron caso omiso.
Noelia se colocó como le dijo Hesoda, entre
Luis y la puerta. Los dos estaban nerviosos sin saber lo que iba a pasar a
continuación.
De repente, Noelia empieza a notar algo en su
interior. Algo brotaba en ella. Era como si tuviese una reacción por estar
cerca de la puerta y de Luis a la vez. Noelia no sabía qué hacer con lo que
estaba sucediendo en su interior, pero decidió dejarse llevar.
Luis comenzó también a ser invadido por esa
misteriosa fuerza. Una fuerza que le incitaba a invocar sus dos espadas y ponerlas
apuntando hacia el corazón de Noelia, cosa que hizo sin dudarlo.
Noelia comenzó a flotar por el aire debido a
la fuerza que le empezaba a brotar desde su interior. Un gran poder
comenzó a salir del cuerpo de Noelia, un
poder que provocaba grandes ráfagas de aire alrededor de la chica. Un poder que
provoco la sorpresa de todos a excepción de Hesoda y Saix, quienes no podían
parar de sonreír de forma maníaca.
Luis en ningún momento dejó de apuntar el
corazón de Noelia. Tras dos minutos donde Noelia no paraba de liberar poder,
Luis no pudo evitar pegar un grito mientras que una especie de rayo de luz
salía de sus dos armas. Rayo de luz que fue directo al corazón de Noelia, quien
al ser alcanzada por este rayo, comenzó a gritar también.
Tras unos segundos en los que los dos jóvenes
no paraban de gritar, callaron a la vez. Una vez los dos callados, un rayo de
luz salió de la espalda de Noelia. En un principio parecería que el rayo de luz
de Luis había atravesado a Noelia, pero luego te dabas cuenta de que era
imposible, pues el rayo que le salía por la espalda era bastante más grueso.
Ese rayo fue directo a la puerta. La llave ya
había abierto la cerradura y sólo quedaba abrir la puerta.
El rayo desapareció y Noelia cayó al suelo
volviendo a su estado normal. Luis dejo de apuntar al corazón de Noelia y cayó
de rodillas por todo lo acontecido. No estaban cansados pero era una sensación
rara la que tenían.
La puerta comenzó a hacer ruidos. Todos los
presentes se giraron y comenzaron a mirar la puerta. Había empezado a abrirse.
Según se abría, iba dejando un hueco que
permitía ver lo que había al otro lado. Solo se podía ver una luz que cegaba.
Del otro lado de la puerta comenzó a brotar un poder inimaginable, un poder
infinito.
No se había abierto del todo cuando se detuvo
y dejó de abrirse. Una sombra comenzó a salir de la puerta, una sombra que fue
cogiendo forma según iba saliendo.
Era la sombra de un hombre que solo llevaba
unos pantalones largos negros. Iba descalzo y lucía un cuerpo en forma.
Era muy pálido de piel, como si la luz del sol no le hubiese dado en años.
Su rostro detonaba cierta maldad debido a sus
ojos rojos que lo hacían bastante intimidante. Su pelo era de color rubio casi
blanco y lo llevaba muy corto y de punta.
Esa persona desprendía un poder que era
imposible de creer. Era más poder que persona. Ese hombre era la gran amenaza
AllSoul había sido liberado del Soul
Graveyard.
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