El sol aún no había salido cuando los antiguos
miembros del Grupo 7 empezaron a subir a la NIAD. No tardaron mucho en dejar el
Gran Verde y en dirigirse hacia Lugar Rencuentro donde el Profesor bajaría.
Una vez el Profesor bajó en Lugar Rencuentro,
los demás continuaron su viaje hacia la Entrada del Abismo, lugar donde se
llevaría a cabo la Batalla del Abismo, batalla donde se jugarían todo a una
sola carta.
Tras un viaje largo, se comenzó a ver un mundo
de color rojizo por las ventanas de la NIAD al que se aproximaban poco a poco.
-Ese es el mundo al que tenemos que ir, la
Entrada del Abismo- dijo Cid al resto del grupo.
Poco a poco fueron entrando en la órbita del
mundo. Gracias a los radares de la nave, Cid detectó donde se encontraba Pax
Universalis, por lo que consiguió dejar a los chicos en un sitio cercano pero
donde los soldados no los verían fácilmente. Una vez que todos bajaron de la
NIAD, Cid retomo el vuelo a baja altura.
Los chicos ultimaron los detalles de la
batalla mientras invocaban sus armas. Estaban listos para la batalla decisiva,
la Batalla del Abismo.
Los chicos se acercaron al lugar donde se
encontraba el ejército de Pax Universalis, quedando en el borde de un
precipicio. A sus pies un valle lleno de soldados y shadows, el poder militar
de Pax Universalis. Al fondo del valle, había un monte no muy elevado donde se
encontraba algo extraño en su cima, unas especies de ruinas antiguas con lo que
parecía una puerta.
-Esa debe ser la puerta hacia el Soul
Graveyard- dijo Selphie señalando aquel monte con aquella puerta.
-Yo me preocuparía más con lo que hay en el
cielo- dijo Aura con la cabeza mirando al cielo.
Una especie de luna gigante con forma de dos
esferas unidas brillaba con gran fuerza en el cielo a pesar de ser de día. Aunque
parecía ser una luna, desprendía demasiado poder y no tenía la pinta de ser
sólida.
-Debe de ser el Soul Graveyard- dijo Heia.- La
puerta no está conectada físicamente al Soul Graveyard, más bien actúa de
portal. El Profesor lo dijo, los mundos que pueden conectarse con el Soul
Graveyard tienen contacto visual con este, aunque estén a gran distancia del propio
Soul Graveyard.
-Eso explicaría el por qué no la hemos visto
mientras estábamos en la NIAD a pesar de ser tan gigantesco- dijo Michelle.
-Bueno, nuestro objetivo es claro, ir hasta
ese monte, y solo tenemos un camino posible, pasar por todo este ejército- dijo
Kane.
-Comencemos el ataque- dijo Noelia con
confianza.
Heia y Luna se adelantaron y pusieron al borde
del precipicio mientras que el resto bajaban por un camino fácil hacia el
valle.
Luna levanto su brazo como señal para Cid,
quien empezó a acercarse a la zona de batalla. Cuando estuvo lo suficientemente
cerca como para que el ejército lo viese, empezó a disparar rayos láseres con
su naves. La Batalla del Abismo dio comienzo.
Antes de que el ejército se diese cuenta de
dónde venían los rayos, Luna y Heia comenzaron a atacar a larga distancia.
-¡LÁGRIMAS DE LEPRECAUN!- gritaba Luna
mientras que invocaba cientos de puntos de luz en el cielo que caían a gran
velocidad actuando como balas.
-¡PROYECTILES DE LOS CUATRO ELEMENTOS!-
gritaba mientras que distintos hechizos de fuego, hielo, aire y tierra caían
sobre los soldados de Pax Universalis.
Tras un rato de este ataque a tres bandas, las
fuerzas se debilitaron lo suficiente como para que el resto de chicos entrasen
en la batalla.
Los soldados y las shadows ya tenían un
objetivo al que podían atacar por lo que fueron a por ellos, sin embargo los
soldados y las shadows apenas les duraban un golpe a los chicos.
Luna y Heia dejaron de atacar a distancia y
comenzaron a bajar para ayudar a los demás, dejando a Cid como único atacante a
larga distancia desde la NIAD.
Según la batalla iba avanzando, la cosa se iba
poniendo más fácil para avanzar. De este modo, tal y como lo tenían planeado,
un grupo se adelantó mientras que otro
se quedó en la retaguardia para ocuparse de los soldados y las shadows.
Así, Luis, Sue, Selene, Noelia, Aura, Michelle
y Selphie se adelantaron mientras iban venciendo a todo soldado o shadows que
se le pusiese por delante dejando atrás a Kane, Liam y Alice quienes pronto
recibirían la ayuda de Heia y Luna que estaban bajando hacia el valle.
Apenas avanzaron unos metros cuando una de los
Doce Guerreros apareció delante de los chicos, Cintia, la chica rayo.
-A partir de aquí solo pueden pasar Noelia y
Luis- dijo Cintia.- Lo siento mucho pero los demás se deben de quedar aquí.
-Acabaremos contigo rápidamente, ya te
conocemos, te hemos enfrentado más veces- dijo Noelia quien se disponía a ir
directamente a la acción.
Sin embargo, las gemelas la frenaron.
-Nosotras nos encargamos de ella- dijo Sue.
-Ya hemos ganado a otra chica rayo- dijo
Selene.- Vosotros seguid adelante, allí es donde está vuestra batalla.
-Gracias chicas- dijo Noelia antes de volver a
salir corriendo con el resto para poder seguir adelante.
Comenzó el combate entre la chica rayo y las
gemelas.
-Dentro de lo malo, me alegra enfrentarme a
vosotras- dijo Cintia a las gemelas.- Vosotras solas fuisteis quienes matasteis
a mi oficial, Larxene, aquella que me enseño todo. Ahora me podre vengar.
Tras este discurso, Cintia se lanzó hacia las
gemelas a gran velocidad.
Sorprendentemente, las gemelas lograron esquivar ese
ataque haciendo que Cintia se sorprendiese.
-Ya nos hemos enfrentado a esa velocidad- dijo
Sue mientras sonreía.
-Sabemos cómo atacas. Después de casi morir
contra tu oficial entrenamos muy duro nuestro punto débil, la velocidad, y creo
que hemos hecho un gran avance- dijo Selene.
-Esta vez no hará falta utilizar hechizos que
nos puedan hacer gran daño físico- dijo Sue.
Cintia, con gran furia por escuchar esto, se
volvió a lanzar sin éxito. Las gemelas aprovecharon la ocasión para lanzar
hechizos a gran velocidad, aunque también fueron esquivados por Cintia.
Un combate a gran velocidad se estaba dando,
el cual era imposible de ver por unos ojos normales por la rapidez que tenían
todos los movimientos. Se notaba que las gemelas habían entrenado especialmente
la velocidad y en aquel enfrentamiento lo estaban demostrando moviéndose a la
misma velocidad que la chica rayo cuya especialidad era la velocidad. Eran
capaces de invocar hechizos a una gran velocidad.
Muy igualada estaba siendo aquel enfrentamiento donde
ninguna de las dos partes cedía. Los dos bandos habían recibido algún que otro
golpe pero nada que sea especialmente grave. Casi todo el combate fue
esquivarse las unas a las otras con contados golpes que dieran en el objetivo.
Tras un rato, las gemelas y Cintia estaban
igualmente de cansadas y con las mismas heridas en su cuerpo. Las gemelas se
miraron y se lanzaron mutuamente una leve sonrisa que Cintia no comprendía.
-Selene, es hora de acabar con esto. No
podemos seguir cansándonos con esto, debemos reservar energías- dijo Sue.
-Llevas razón Sue. Pongamos en acción aquello
en lo que hemos estado entrenando desde la Batalla de Lugar Rencuentro- dijo
Selene.
Entonces las dos chicas se dieron las manos
mientras que con la otra mano levantaban sus respectivas varitas con una luna y
una estrella. Cerraron los ojos y dijeron al unísono mientras que un gran halo
de poder les rodeaba:
-¡HECHIZO DUAL DE LA GRAN FLECHA DEL DESTINO!
De cada extremo de las varitas salieron dos
grandes flechas de poder que comenzaron a circular por el ambiente según las
varitas se movían. En un punto dado, las dos grandes flechas se chocaron unos
metros por encima de las gemelas. Las dos flechas, en vez de desaparecer, se
fusionaron en una gigantesca flecha de poder que no tardo en dirigirse hacia
Cinta quien la esquivo sin mucha dificultad, pero antes de poder
celebrarlo tuvo que volver a esquivarla.
La flecha no pararía hasta darle.
Cintia esquivaba una y otra vez la flecha,
costándole cada vez más esquivarla y cada vez más cerca de darle. Tras mucho
esfuerzo de la chica rayo, no pudo evitar lo inevitable y la gigantesca flecha
le dio sin que ella pudiese hacer nada para evitarlo. El campo del combate se
llenó de una luz que no permitía ver lo que había ocurrido con Cintia y con
humo provocado por el polvo del suelo.
Una vez el humo y la luz se fueron yendo, se
pudo ver como Cintia yacía en el suelo con muchas heridas en su cuerpo pero
viva. El combate había terminado de forma corta, sencilla y sin que las gemelas
sufrieran mucho daño, pero sí bastante cansancio.
-Putas asquerosas- balbuceaba Cintia con las
pocas fuerzas que tenía en su interior.- Ya es la tercera vez que pierdo cuando
me enfrento a alguno de vosotros. Prometo que no voy a dejar a que me ganéis ni
una vez más. Voy a entrenar y a ser más fuerte. LO PROMETO.
>También tengo que aceptar que os subestime
bastante, pero aún sigo viva y no pararé hasta que me vengue. No os voy a dejar
a que me matéis de una forma tan sencilla.
Cintia desapareció por un portal oscuro en el
suelo que había creado mientras daba su discurso. Cintia, la chica rayo, había
escapado así con vida de la Batalla del Abismo.
-Otra chica del rayo con la que acabamos, ya
llevamos dos- dijo Sue a Selene.- Debemos llamarnos las gemelas rayo- dijo en
tono jocoso.
-O las matarrayos- dijo Selene para seguirle
la broma a su hermana.
Las dos hermanas se rieron un poco pero no
tuvieron mucho más tiempo para bromas. El número de shadows y de soldados aún
era alto.
-Nos hacen más falta aquí que con Noelia y el
resto- dijo Selene.- Lo mejor será combatir contra los soldados y las shadows
de esta zona.
-Llevas razón hermana, continuemos con este
juego- dijo Sue.
Las gemelas comenzaron así a luchar contra
todo ser que se le pusiese por delante y a defender esa zona.
Mientras este combate sucedía, otro combate
dio comienzo. El grupo de Noelia tuvo otra interrupción que les impidió seguir.
En esta ocasión no era uno de los Doce Guerreros, pero tenía un poder
semejante. Blade, el aprendiz de Lea el domador del fuego apareció delante del
grupo.
-Solo pueden pasar Luis y Noelia, el resto
debe morir- dijo Blade, aquel que hace unas semanas protegió a Noelia de Lar.
-Esta vez me quedo yo chicos- dijo Aura.
-Aura suerte y gracias- le dijo Noelia a Aura.
-Agradécemelo una vez ganemos la batalla- dijo
Aura.
-No, este es mi rival- dijo Luis haciendo que
todo el mundo se sorprendiera. Luis rápidamente dio las explicaciones por las
que él quería enfrentarse a Blade.- Siempre ha sido mi rival, desde que la
Tierra fue destruida. No es un enemigo, es un rival, al que le tengo que
demostrar que yo soy más fuerte. Seguid adelante sin mí, yo os alcanzare, no os
preocupéis por mí.
-No te piense que por el simple hecho de que
tengas que llegar vivo al final me voy a dejar vencer- dijo Blade.- Puedo
llevarte medio muerto yo mismo. Si te enfrentas a mí, yo podré atacarte.
-Asumiré ese riesgo- dijo Luis mientras que se
lanzaba ya con sus dos espadas hacia Blade.
-Luis…- dijo Noelia en voz baja.
-Dejémosle Blade a él- dijo Michelle.- Todo el
tiempo que Luis pasó en Pax Universalis hicieron que entre ellos dos existiera
una rivalidad en la que tenían que demostrar quién era más fuerte y forjaron
una amistad a pesar de ser de ideologías distintas. Lo mejor es dejarlos solos,
Luis no tardará mucho en ganar, es más fuerte que Blade.
-Está bien…- dijo Noelia no muy segura.
El grupo siguió adelante mientras que Luis se
enfrentaba a Blade en una batalla al rojo vivo; en una batalla de ideales; en
una batalla entre rivales.
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